Recuperando tímidamente mi afición a la lectura cayó en mis manos, por casualidad y recomponiendo el caos en que se había convertido mi cubículo de trabajo, "La elegancia del erizo" (Muriel Barbery, 2007. Seix Barral. Biblioteca Formentor).
La novela ha sido un superventas en Francia, pero en realidad no dista mucho de los típicos cuentos del patito feo, salpicado de unas notas de filosofia existencial, y adornado con un elenco de personajes ricos, snobs y en general bastante odiosos. Un pretty woman versión portera culta, al rescate de la cual acude un personaje luminoso en forma de millonario, hipercultosensibleamableatento, es decir un personaje de ficción en toda regla, y todo ello observado por una preadoslescente con tendencias suicidas por motivos bastante ridículos.
Podría parecer que a los dos capitulos arrojé la novela al pozo del olvido en que se convierten las estanterias de la biblioteca de los libros que rara vez revisitaremos, pero no.....
Acudió al rescate un capítulo que resulto combustible que me permitió afrontar la lectura completa, ubicado por cierto entre los primeros de la novela: "Permanecer centrado en si mismo sin perder el calzón".
En un momento del mismo se detalla como nuestra amiga púber observa ensimismada, la evolución de un miembro de los All Blacks, temido y respetado equipo de rugby de Nueva Zelanda, en el momento previo a sus partidos, donde ejecutan el haka, danza intimidatoria hacia sus rivales, para ponerles sobreaviso sobre lo que les espera en el terreno de juego, y centra su mirada en uno de los jugadores danzantes. Un par de fragmentos despertaron la parte de mi que aún considera que esta película puede valer la pena:
"...el jugador ejecutaba un movimiento muy fluido pero sobre todo muy concentrado en sí mismo, la mayoría de la gente cuando se mueve lo hace en función de lo que tiene alrededor..."
"...mientras los movimientos de los demás se dirigían hacia sus adversarios y hacia el público en general, los gestos de éste jugador permanecían en él, estaban concentrados en sí mismo..."
...en definitiva, la concentración de uno mismo en lo que hace, y no en lo que hacen los demás, no confundir con la individualidad no estoy hablando de eso. Me refiero a la capacidad de responsabilizarnos de lo que nos atañe y nos corresponde, al compromiso de llevar a cabo nuestro "movimiento" sin perjudicar a los demás y contribuir a que el movimiento de los demás, de todos en definitiva, se convierta en algo estructurado, sincronía pura.
Feliz semana
La novela ha sido un superventas en Francia, pero en realidad no dista mucho de los típicos cuentos del patito feo, salpicado de unas notas de filosofia existencial, y adornado con un elenco de personajes ricos, snobs y en general bastante odiosos. Un pretty woman versión portera culta, al rescate de la cual acude un personaje luminoso en forma de millonario, hipercultosensibleamableatento, es decir un personaje de ficción en toda regla, y todo ello observado por una preadoslescente con tendencias suicidas por motivos bastante ridículos.
Podría parecer que a los dos capitulos arrojé la novela al pozo del olvido en que se convierten las estanterias de la biblioteca de los libros que rara vez revisitaremos, pero no.....
Acudió al rescate un capítulo que resulto combustible que me permitió afrontar la lectura completa, ubicado por cierto entre los primeros de la novela: "Permanecer centrado en si mismo sin perder el calzón".
En un momento del mismo se detalla como nuestra amiga púber observa ensimismada, la evolución de un miembro de los All Blacks, temido y respetado equipo de rugby de Nueva Zelanda, en el momento previo a sus partidos, donde ejecutan el haka, danza intimidatoria hacia sus rivales, para ponerles sobreaviso sobre lo que les espera en el terreno de juego, y centra su mirada en uno de los jugadores danzantes. Un par de fragmentos despertaron la parte de mi que aún considera que esta película puede valer la pena:
"...el jugador ejecutaba un movimiento muy fluido pero sobre todo muy concentrado en sí mismo, la mayoría de la gente cuando se mueve lo hace en función de lo que tiene alrededor..."
"...mientras los movimientos de los demás se dirigían hacia sus adversarios y hacia el público en general, los gestos de éste jugador permanecían en él, estaban concentrados en sí mismo..."
...en definitiva, la concentración de uno mismo en lo que hace, y no en lo que hacen los demás, no confundir con la individualidad no estoy hablando de eso. Me refiero a la capacidad de responsabilizarnos de lo que nos atañe y nos corresponde, al compromiso de llevar a cabo nuestro "movimiento" sin perjudicar a los demás y contribuir a que el movimiento de los demás, de todos en definitiva, se convierta en algo estructurado, sincronía pura.
Feliz semana